martes, 19 de mayo de 2009
Insomnio
Tu pelo, dorado y etéreo, tu sonrisa, suavidad carmesí trazando heridas que abrasan mi piel. Tu cuerpo, eterno refugio de un alma maldita. Un alma sin dueño, un alma sin reposo ni sustento, un alma quebrada, un alma que agoniza... Acaricio tus níveas manos, protectoras de mi corazón. Busco tu mirada, mi fuente de inspiración. Tus ojos, amantes de mis ojos. Mis labios, susurrando un "te amo". El amanecer, borrando el pasado...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)


No hay comentarios:
Publicar un comentario